Con una de ellas conspiro a diario, la otra vive en el exilio y se manifiesta sólo para pedir rescate (una ostia la niña pero se le quiere mucho) y la tercera quedó postrada de un aneurisma.
Los súbditos peregrinaron uno a uno... día tras día... lagrimosos... a su lecho, hasta que Su Majestad exclamó que no quería recibir más visitas.
Uno desde su esquina asienta con la cabeza y se ríe, por dos razones: Estar sometidos a la voluntad de Su Majestad es requisito indispensable si se planea servir a la Realeza... además el sólo hecho de que ya esté dando órdenes es la mejor señal de que todo va, poco a poco, volviendo a la normalidad.
— Querida BEA muchas miles de gracias!!!
martes, noviembre 28, 2006
En estos tiempos modernos existen tres princesitas de metro y medio.
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No me voy a poner a discutir los titulos nobiliarios o si la gallina fue primero que el huevo, son tres y San Seacabó.
ResponderBorraresta bien, esta bien..
ResponderBorrarpero la mayor es ella!!!!
o.O
Son tres, entendido.
ResponderBorrarPoco a Poco, Germán. Poco a Poco.
Saludos! que bueno que tendre más monos!
Son tres, e invencibles.
ResponderBorrar(Conozco bien a dos de ellas pero puedo creer fielmente en la inmortalidad de la tercera)
Larga vida a sus majestades.