A esta dama la quebraron en pedazos y en su desesperación peregrinó hasta el rincón mas recóndito del estado Trujillo.
Alli encontró monos Araguatos a los que entrenó a punta de pomarosas para que le sirvieran de couriers con el mundo exterior. En su exilio y soledad se dedicó a escribir cartas al vacío...
"Il y a long temps que je t'aime mais toi, tu n'es pas ici... qu'est-ce que voulez vous m'offrir? un autre historie?.... un elephant blanc? "
Cada día ella exige a sus Araguatos que las misivas sean entregadas al aludido. Los monos sufren y ella llora...
Esto no es triste.
ResponderBorrarEs tristísimo.
:'(
sip, a veces pasan cosas así... c'est la vie ma chere
ResponderBorrar*pero conste que lo advertí en el título!